El Secretario de Estado Marco Rubio apareció recientemente en Fox News con una cruz oscura y gruesa de ceniza en la frente, marcando el inicio del Miércoles de Ceniza. Este día sagrado señala el comienzo de la Cuaresma, un período solemne de reflexión, arrepentimiento y preparación espiritual que conduce a la Semana Santa y la Pascua. Para millones de católicos en todo el mundo, la cruz de ceniza es un recordatorio de la fragilidad humana y la necesidad de penitencia, reflejando el mensaje bíblico: «Recuerda que eres polvo y al polvo volverás» (Génesis 3:19).
Rubio, un cubano-estadounidense y autoproclamado católico devoto, ha tenido un camino religioso complejo. Aunque nació en una familia católica, asistió brevemente a una iglesia mormona durante su juventud antes de regresar al catolicismo. A pesar de haber asistido también a una iglesia bautista en Florida, sigue identificándose como católico.
Durante su aparición, Rubio habló sobre la importancia del Miércoles de Ceniza, afirmando: «Hoy es un día de reflexión y humildad. Para millones de católicos en América y en todo el mundo, es un recordatorio de nuestra vulnerabilidad y la importancia de hacer el bien.» Pero, ¿de qué «bien» está hablando Rubio? Lo único que escuchamos de él son llamados a la guerra, el asesinato de palestinos, amenazas contra quienes no se alinean con su agenda política y exigencias de destrucción.
La hipocresía es evidente. La fe debería ser una fuerza guía para la paz, la compasión y la justicia, no un instrumento político. Aquellos que explotan el cristianismo para obtener poder mientras promueven la violencia y la opresión traicionan sus enseñanzas fundamentales. La verdadera fe no se trata de exhibiciones públicas, sino de encarnar la humildad, el amor y la justicia en acción.
Como Ministro Extraordinario de la Eucaristía, he realizado personalmente el acto de colocar la cruz en la frente de los feligreses usando mi pulgar. Permítanme ser claro: es imposible crear una cruz tan grande y gruesa en solo dos segundos, especialmente cuando cientos de personas están en fila. En todos mis años, jamás he visto algo así. Esto es claramente obra de un artista del maquillaje.
Marco Rubio, al igual que muchos evangélicos que utilizan el cristianismo con fines políticos, son pecadores. Así como algunos obispos católicos han negado la Eucaristía al presidente Biden por considerarlo impenitente, Rubio tampoco debería recibirla. La verdadera fe no es una herramienta para obtener ventaja política; requiere sinceridad, humildad y arrepentimiento. Oro para que encuentren la luz y busquen el verdadero perdón.
Sir Rateb Y. Rabie, KCHS. President & CEO
Holy Land Christian Ecumenical Foundation
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