Él ha resucitado — y Palestina también resucitará
Reflexión de Pascua
Queridos hermanos y hermanas,
¡Aleluya! ¡Él ha resucitado!
Esta Pascua nos recuerda que del sufrimiento nace la esperanza, y que a través de la resurrección de Cristo se nos da la promesa de una vida nueva. Jesús, el siervo-líder misericordioso, entregó su vida para que nosotros pudiéramos vivir — y en su resurrección, nos da fuerza para levantarnos con Él.
Como cristianos y musulmanes palestinos, la Pascua nos llama no solo a recordar, sino a actuar. Es una temporada de esperanza renovada, incluso mientras nuestro pueblo en la Tierra Santa enfrenta un profundo sufrimiento bajo la ocupación, dificultades económicas y miedo. Lamentamos el dolor, pero también nos aferramos a la alegría de la Resurrección, que nos enseña que la injusticia no tiene la última palabra.
Los cristianos de Palestina, que viven en la tierra del nacimiento, muerte y resurrección de Jesús, continúan dando testimonio de su fe en medio de luchas diarias. Son la Iglesia viva, las raíces mismas del cristianismo. Su presencia, y la de la comunidad musulmana que ha ayudado a preservar el cristianismo a lo largo de los siglos, es un testimonio de resiliencia y unidad.
En HCEF, estamos comprometidos a construir esperanza junto a ellos — compartiendo su historia, apoyando a sus comunidades y haciendo un llamado a todas las personas de buena voluntad para que se unan en solidaridad. Que esta Pascua sea un momento para renovar ese compromiso.
«¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo?
¡No está aquí, ha resucitado!» – Lucas 24:5–6
Deseándoles a ustedes y a sus seres queridos una Pascua bendita, llena de paz, esperanza y la luz de la resurrección.
Con fe y solidaridad,
Rateb Y. Rabie, KCHS
Fundación Ecuménica Cristiana de Tierra Santa (HCEF)